Abrirse al encuentro
"Hay mucha gente susceptible a la arrogancia. Y como reportero resulta
imprescindible una sincera humildad. Porque lo primero ha de ser el
entendimiento frente al otro: el ser humano con todas sus inquietudes y su
propio mundo. Como entrevistador no es recomendable la dureza. Mejor crear una
atmósfera de confianza. Y la primera señal para encauzar la confianza está en
la sonrisa. Lo ideal es abrirse al diálogo pese al tipo de gente. Escuchar al
entrevistado y poner de nuestra parte para entenderlo".
El valor de la amistad
"Definitivamente en nuestro oficio todo depende de los otros. Un periodista
solo no puede hacer nada porque su vida y su quehacer dependen del otro. Si uno
no sabe relacionarse con la gente y ganarse su amistad, se ve impedido para
desarrollar su labor profesional. Sin el apoyo y la confianza de los otros es
imposible ejercer el periodismo".
Conocer y entender el mundo
"Para comprender una cultura ajena hay que internarse y asentarse en su
tierra. Sólo así podrá captarse esa otredad. Para ello hay que tener plena disposición
y desconectarnos de "nuestro" mundo. De esa suerte se entenderán las
distintas realidades del entorno visitado. Eso es muy difícil y casi nadie lo
intenta realmente. Son pocos los interesados en conocer el mundo. La mayoría de
la gente está satisfecha sin conocer nuevos lugares. La inmigración, por lo
general, se liga con sucesos lamentables. Se inmigra no por placer o para
conocer sino por tragedias".
Dos talleres
"Tenemos dos tipos de taller a lo largo de la vida profesional; el del
reportero y la escritura cotidiana, enraizado en la velocidad de la noticia; y
el de la pesquisa y la indagación profunda, compenetrado en proyectos
históricos de largo aliento. El primero era un sacrificio y me permitía
sobrevivir económicamente, pero a la vez me abría la pauta para el segundo al
aportar los nutrientes básicos para engendrar mis libros. Resulta obligado
plantearse proyectos más profundos, de largo aliento, porque si nos limitamos
sólo al primer taller, circunscrito a la veloz coyuntura, estamos perdidos.
Así, en el segundo y reposado taller aprovecho lo que no pude incluir en las
notas enviadas, en su momento, para la agencia informativa. El lenguaje y
manejo periodístico de agencia es muy pobre: de hecho, como me cobraban 50
centavos de dólar por palabra, sólo podía usar 200 palabras para describir
intensos y relevantes sucesos de un día. Por eso escribí mis libros.
Trabajar como reportero, con informaciones rápidas, era el precio por hacer lo
que me gustaba: conocer gente, sumergirme en culturas, investigar sucesos,
aprender del mundo, escribir mis libros, el ser escritor... Resulta fundamental
tener conciencia de ello para dominar la situación y no afectarse por las
circunstancias. En ese sentido es preciso estar por encima de los hechos para
dominarlos como un piloto a la nave que conduce".
Porque queremos que esta andadura literaria que iniciamos en el Ateneo Obrero de Villaviciosa forme parte de la identidad mas profunda de los Ateneos, esa que viene caracterizada por el ejercicio de la tertulia y la vocación de dialogo...
jueves, 25 de abril de 2013
PARA ABRIR BOCA...
Aquí van algunas de sus opiniones...
"(...) en el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, tenéis también la explicación de por qué ha sucedido; en el mal periodismo, en cambio, encontramos sólo la descripción, sin ninguna conexión o referencia al contexto histórico".
"Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias".
"Debemos aprender a ser humildes y nunca dejar de aprender. Si se apaga el entusiasmo por aprender, se seca el fuego interno. Y si no se prepara uno, se marchita ese entusiasmo. La llama interna no puede descuidarse. No conviene esperar tal sequedad. Mejor prepararse, interesarse, involucrarse, y leer, leer, leer..."
"Nuestra profesión de cronistas, de reporteros, de periodistas, requiere de mucha lectura: es una debilidad pero a la vez una fortaleza de nuestro quehacer. Sin embargo, la mayoría se preocupa más en cómo escribir y muy poco en qué leer. En tales menesteres la ayuda de los colegas es indispensable. Debemos ser cazadores furtivos de otros campos: filosofía, sociología, psicología, antropología, literatura... Y profundizar en los temas. Hacerse sabios. Todo ello con el afán de hacer ver al lector".
"Soy poeta y publico de vez en cuando. La poesía es como un taller sobre la profundidad, la frescura y el contenido de las palabras. Los prosaicos periodistas acostumbramos a despachar la palabra en la noticia... El poeta, por el contrario, se concentra en el valor y la belleza de la palabra. Sin poesía ninguna literatura puede subsistir: es el cofre del tesoro del lenguaje".
"Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias".
"Debemos aprender a ser humildes y nunca dejar de aprender. Si se apaga el entusiasmo por aprender, se seca el fuego interno. Y si no se prepara uno, se marchita ese entusiasmo. La llama interna no puede descuidarse. No conviene esperar tal sequedad. Mejor prepararse, interesarse, involucrarse, y leer, leer, leer..."
"Nuestra profesión de cronistas, de reporteros, de periodistas, requiere de mucha lectura: es una debilidad pero a la vez una fortaleza de nuestro quehacer. Sin embargo, la mayoría se preocupa más en cómo escribir y muy poco en qué leer. En tales menesteres la ayuda de los colegas es indispensable. Debemos ser cazadores furtivos de otros campos: filosofía, sociología, psicología, antropología, literatura... Y profundizar en los temas. Hacerse sabios. Todo ello con el afán de hacer ver al lector".
"Soy poeta y publico de vez en cuando. La poesía es como un taller sobre la profundidad, la frescura y el contenido de las palabras. Los prosaicos periodistas acostumbramos a despachar la palabra en la noticia... El poeta, por el contrario, se concentra en el valor y la belleza de la palabra. Sin poesía ninguna literatura puede subsistir: es el cofre del tesoro del lenguaje".
miércoles, 17 de abril de 2013
RYSZARD KAPUSCINSKI
Hemos decidido comenzar con este periodista, historiador, ensayista, curioso insaciable, y referente para todo aquel que se adentre en la realidad del mundo (el de antes y el de ahora) involucrándose y comprometiéndose con todo aquello de lo que se quiere hablar o de lo que se quiere escribir.
Dejamos aquí al personaje. Investigad su obra: sus libros, sus artículos, sus entrevistas..., y que cada cual se sumerja en aquellas facetas que más le interesen para luego enriquecer ese diálogo que desde ahora empieza a gestarse.
"Porque nosotros nos vamos y nunca más regresamos, pero lo que escribimos sobre las personas se queda con ellas por el resto de su vida"
Ryszard Kapuscinski
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